Los espacios interiores como las aulas, oficinas, salas de espera, restaurantes... con gran concurrencia de personas y poca ventilación tienen más riesgo de contagio que cualquier espacio exterior. Si tosemos, estornudamos, gritamos o cantamos lanzamos partículas. Si esas partículas tienen carga vírica y entran en contacto con alguien, infectan. Esas partículas son aerosoles, y son la principal vía de contagio. Los aerosoles son micropartículas suspendidas en el aire durante horas que pueden ir cargadas de virus y sin un sistema de ventilación que las lleve hacia el suelo o un purificador que las elimine, el riesgo de contagio aumenta.
Hay diferentes soluciones ara renovar el aire en los espacios interiores:
La ventilación natural es la más fácil ya que consiste en abrir ventanas y puertas de las aulas consiguiendo así una ventilación cruzada. Esa ventilación tienen inconvenientes como son el frío, la contaminación y el ruido.
Cómo ventilar correctamente y purificar el ambiente para reducir los riesgos de contagio por coronavirus en espacios interiores y cerrados
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