Un invernadero, estufa fría o invernáculo, al ser un lugar cerrado destinado al cultivo de plantas, está totalmente cerrado para proteger los cultivos del exceso de frío exterior en determinadas épocas del año. La cubierta exterior es translúcida (de vidrio o de plástico) para dejar pasar los rayos del sol, lo que calienta el ambiente (alta temperatura) y las plantas que hay en su interior.
Dentro del invernadero deben coexistir en su justa medida varios factores para que el crecimiento de los cultivos sea correcto: temperatura, humedad, luz, oxígeno y concentración de CO2. La ventilación será fundamental para mantener el clima oportuno en el invernadero.
Según el país que se trate, hay grandes diferencias en las condiciones climáticas y portanto en el clima interior del invernadero. Estas diferencias son acusadas incluso dentro dentro de un mismo país y las necesidades del norte pueden llegar a ser muy distintas con las del sur.
Para la regulación de la temperatura dentro del invernadero, principalmente en verano, es conveniente dotarlo de un sistema de ventilación en la cubierta. La ventilación permite expulsar el aire caliente hacia el exterior, pero también la recirculación del aire en el interior del invernadero y así evitar plagas y enfermedades de las plantas. Al expulsar el aire caliente, se sustituye el aire interior por una masa de aire frío del exterior y así se rebaja el exceso de temperatura y se modifican la humedad y concentración de gases.
Debe tenerse en cuenta que tanto un exceso de temperatura (más de 70ºC) como de frío (bajo 0ºC) sería totalmente perjudicial para el cultivo. Los ventiladores destinados a esta aplicación deben ser resistentes a la humedad, por lo que deberán ser ventiladores protegidos contra la corrosión o fabricados en aluminio o plástico.
El uso de invernaderos se extiende en el cultivo de hortalizas, tanto de hojas verdes (acelga, apio, espinaca, lechuga, perejil) como brasicáceas (brócoli, coliflor, nabo y rábano). También para el tomate, pimiento, calabacín, melón, pepino, fresa, judía, coles, guisante, baby leaf, etc.
Un cultivo totalmente distinto pero para el que también se requiere la ventilación, es el del champiñón en cuevas, bodegas, minas, túneles, o cualquier sitio oscuro y fresco que reúna las condiciones ambientales oportunas (temperatura constante de 12-14º C y humedad relativa cercana al 75-80%). Se colocarán ventiladores en aportación de tal forma que las corrientes de aire no den directamente sobre el cultivo, y otros para la extracción para renovar el aire del local 3 o 4 veces al día.
Ventilador helicoidal axial a transmisión de gran caudal con hélice fabricada en acero inoxidable (AISI 304). Montaje en pared. Ideal para granjas e invernaderos.
> más informaciónVentilador centrífugo de media presión con carcasa y turbina a acción de aluminio. Ideales para impulsión y extracción de aire o refrigeracón de maquinaria o piezas.
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