Ventilación para el cultivo de cannabis medicinal

El cultivo de cannabis para uso medicinal ha experimentado un crecimiento significativo en la industria. Este incremento ha sido gracias a la legalización paulatina del cultivo de cannabidiol (CBD) en distintos países, junto a la demanda creciente para el uso de CBD medicinal.

La optimización de las condiciones de cultivo es esencial para maximizar el rendimiento y la calidad del producto final.

Entre los elementos clave en un entorno de cultivo, los ventiladores se destacan por su contribución a la estabilidad ambiental. Las principales funciones de la ventilación en el cultivo de estas plantas son:

1. La circulación del aire
2. El control de la temperatura
3. El control de de la humedad
4. La prevención de plagas y enfermedades
5. La estimulación del crecimiento vegetativo

ALTAS TEMPERATURAS Y BAJO CRECIMIENTO

El crecimiento de las plantas está estrechamente vinculado al control de la temperatura en su entorno. Cuando las plantas se enfrentan a temperaturas excesivamente altas, detienen su crecimiento como una forma de defensa natural. Este mecanismo de protección les permite sobrevivir en condiciones adversas, aunque compromete su desarrollo.

Para garantizar un crecimiento vigoroso y saludable, es esencial mantener la temperatura del aire y de las raíces dentro de ciertos rangos óptimos. El rango ideal para la temperatura del aire se sitúa entre 26 y 28ºC, mientras que la temperatura en la zona radicular debe mantenerse entre 22 y 23 ºC. Estas condiciones favorecen no solo el crecimiento adecuado de la planta, sino también su capacidad para absorber nutrientes y agua de manera eficiente.

TIPOS DE VENTILADORES NECESARIOS EN EL CULTIVO DE CANNABIS

Existen muchos tipos de ventiladores para este tipo de aplicación, tanto para aportar aire nuevo (ventiladores de aportación) como para extraer aire viciado y olores (ventiladores de extracción o extractores).

• Ventiladores axiales: para la extracción de aire caliente y para la renovación de aire. Los hay más económicos y de poca potencia, usados principalmente para la aportación. ➡️ HJEM, HJBM PLUS

Y otras opciones más potentes y compactas, que ofrecen hasta 40.000m3/h de caudal. ➡️ HJB

• Ventiladores centrífugos y en línea: para conductos largos y complejos gracias a la alta presión que ofrecen, se usan sobre todo para la extracción de aire contaminado y olores. Trabajan de forma más eficiente y silenciosa que los axiales, por lo que son perfectos para poner filtros y largas tiradas de conducto, aunque hay que sobredimensionar el ventilador seleccionado. Algunos modelos, como KUVIO y KUVIO EEC, permiten un mantenimiento muy sencillo sin tener que intervenir en el tubo ni desatornillarlos de la pared. Las opciones en caja con aislamiento evitan la transmisión de vibraciones (BOX BD y BOX BD EEC). Otra opción inline sin aislamiento, con motor electrónico, más económica pero muy eficiente, es el SB-3 EEC. Las opciones sin caja, con rotor exterior y a reacción como BT-3 y BT-3 EEC cuentan con una carcasa de chapa resistente y son idóneos para el uso continuado.

• Ventiladores oscilantes: para aportar una brisa constante y uniforme. ➡️ NORDIK STORM, GORDON, NORDIK MIO, GORDON EVO.

Paralelamente a los ventiladores, serán necesarios sensores que ayuden al control de la temperatura y de la humedad, además de reguladores de velocidad como SFC (para ventiladores trifásicos), REGC (para motores EC) y REG (para monofásicos) para ajustar la intensidad del flujo de aire según las necesidades específicas del cultivo (según la etapa del ciclo en la que se encuentre la planta) y temporizadores 

Cada vez adquieren más importancia el uso de filtros HEPA (del inglés “High Efficiency Particle Arresting” o “recogedor de partículas de alta eficiencia”), como HEPAF y HEPAF2, en los ventiladores para ayudar a mantener el aire libre de contaminantes, esporas y partículas dañinas para el cultivo. Son ideales para salas de cultivo cerradas y sistemas de cultivo hidropónico. En extracción, se emplean filtros de carbón activado, como CAF y CARF, para eliminar olores y compuestos orgánicos volátiles (COVs).

FUNCIONES PRINCIPALES DE LOS VENTILADORES

1. Circulación del aire

Los ventiladores ayudan a mantener una circulación de aire adecuada en el espacio de cultivo. Esta circulación es crucial para evitar la formación de zonas de estancamiento donde el aire puede acumular humedad, lo que favorece el desarrollo de moho y otras enfermedades fúngicas. Además, también se pueden combinar los ventiladores con generadores específicos de CO₂ para acelerar la fotosíntesis y crecimiento de las plantas.

• Beneficios: Mejora la distribución de dióxido de carbono (CO₂) y otros nutrientes volátiles, esenciales para la fotosíntesis.
• Práctica recomendada: Utilizar ventiladores oscilantes o de circulación continua para mantener un flujo de aire constante.

2. Control de la temperatura

Los ventiladores ayudan a regular la temperatura dentro del cultivo, evitando picos y caídas extremas que pueden afectar negativamente el desarrollo de las plantas.

• Beneficios: Previene el sobrecalentamiento y proporciona una disipación eficiente del calor generado por las luces de cultivo.
• Práctica recomendada: Combinar ventiladores con sistemas de refrigeración o aire acondicionado para mantener temperaturas estables.

3. Control de la humedad

Mantener la humedad adecuada es fundamental para prevenir enfermedades como el moho y la roya. Los ventiladores ayudan a reducir la humedad al promover la evaporación del exceso de agua en el aire.

• Beneficios: Disminuye el riesgo de infestaciones de hongos y otros patógenos que prosperan en ambientes húmedos.
• Práctica recomendada: Utilizar deshumidificadores junto con ventiladores para mantener niveles de humedad óptimos, generalmente entre 40% y 60%.

4. Prevención de plagas y enfermedades
Un ambiente con buena circulación de aire y temperatura controlada es menos propenso a problemas de plagas y enfermedades. Los ventiladores ayudan a mantener a raya los patógenos al reducir la humedad y la acumulación de esporas en el aire.

• Beneficios: Disminuye la probabilidad de infestaciones de ácaros, moscas blancas y otros insectos que pueden dañar las plantas.
• Práctica recomendada: Implementar un sistema de ventilación integrado con filtros HEPA o carbón activado para purificar el aire.

5. Estimulación del crecimiento vegetativo

La circulación del aire inducida por los ventiladores puede ayudar a fortalecer los tallos y las ramas de las plantas, haciéndolas más robustas y menos propensas a caídas o daños mecánicos.

• Beneficios: Fomenta un crecimiento más vigoroso y saludable, mejorando la estructura general de la planta.
• Práctica recomendada: Configurar ventiladores para que brinden una ligera brisa constante, especialmente durante la fase vegetativa del cultivo.